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Profesional de la moda multidisciplinar
La Gran Renuncia
La tendencia de abandonar el puesto de trabajo
La Gran Renuncia (The Great Resignation) es un fenómeno que define el abandono del puesto de trabajo por millones de personas en Estados Unidos. Pero esta tendencia de abandonar el puesto de trabajo está llegando a diferentes países de Europa con especial incidencia en Inglaterra y Francia. ¿Qué está pasando?
Que estos últimos años estamos viviendo una situación particular por la pandemia del Covid que paralizó toda la actividad mundial. A día de hoy el sistema productivo sigue tambaleándose y las empresas tienen problemas para encontrar personal. ¿Por qué?
El empresario Dimas Gimeno publicó un post en Linkedin relacionado con este tema. Una pequeña explicación, una pregunta y cuatro opciones para elegir respuesta. Puede verse el resultado de la encuesta y los comentarios de las personas que han decidido participar para sacar conclusiones propias.
El empresario ha planteado una pregunta interesante y leer los comentarios también me ha parecido significativo. Entonces…
¿Por qué tanta gente no quiere ir a trabajar?
Durante el confinamiento hemos permanecido en casa, con la familia, con la pareja, usando tiempo para cosas personales como cocinar, hacer deporte o jugar con los hijos. Hemos descubierto pequeños lujos como no usar el coche, trabajar desde casa… y nos hemos dado cuenta que disponer de tiempo es lo más valioso.
Hemos dejado de dar vueltas en la “rueda de ratón” por un momento y hemos tenido tiempo un tiempo de inflexión. Entonces… la creencia de que el bienestar material da la felicidad se ha venido abajo y muchas personas no quieren renunciar a esos pequeños placeres por volver al trabajo, al stress de la empresa y el ambiente laboral.
Los empleados no quieren acceder a ciertos puestos de trabajo o dejan voluntariamente las empresas porque; más allá del salario o la productividad quieren una vida más plena. La Gran Renuncia (The Great Resignation) también tiene bastante que ver con lecciones aprendidas por el síndrome del burnout , el síndrome del trabajador quemado. Pero sobre todo tiene que ver con el derecho de tener de una vida propia más satisfactoria.
Las empresas siempre han ostentado el poder, pero cuando un empleado decide irse dejan de tenerlo. El poder vuelve a la persona. Porque tener autonomía personal es uno de los valores más importantes en la vida.
En la encuesta de Dimas Gimeno, casi todos los comentarios están enfocados al ámbito del trabajo. No hay ningún comentario, por ejemplo, respecto al poder de decisión. Poder decidir qué es lo que quieres para ti o no, es lo más importante.
Cuando alguien decide dejar una empresa es porque tiene la capacidad para decidir lo que quiere hacer en su vida. Posiblemente es porque se ha cubierto las espaldas para hacerlo.
Tú no eres tú trabajo
¿Tiene sentido seguir adaptándose al nivel de stress, la exigencia que requieren los puestos de trabajo y soportar el ego mal gestionado de algunas personas?
Si y no. Esto corresponde a las decisiones de cada uno y ya no solo a la empresa. Porque la verdad es que hay demasiadas personas que viven exhaustas emocional y físicamente mientras trabajan. Viven esperando el momento para tener un respiro y volver a recargar la energía que les ha vaciado el trabajo en si mismo, desplazamientos y afrontar relaciones tóxicas. Entonces las personas prefieren trabajar por proyectos.
Hay personas indiferentes al trabajo, pero muchas se esfuerzan para ofrecer lo mejor de si mismos a nivel profesional y personal dentro de la empresa. Son las mismas a las que han dado una patada sin merecerlo. Así se pierde la confianza.
Durante las últimas décadas se ha ido debilitando la falta de compromiso por parte de las empresas. Hace algún tiempo, cuando firmabas un contrato indefinido significaba algo. Eso dejó de tener sentido. Los empleados empezaron a perder la confianza y de esta forma también se empezó a perder el compromiso mutuo.
Equilibrio
En un extremo están las personas a las que no les importa el trabajo y en el otro extremo están quienes deciden hacer carrera y ofrecer lo mejor de si mismos.
Entre estos dos extremos existe un punto medio saludable. Como en todas las cosas de la vida, el equilibrio es lo mejor y si eres consciente que lo importante es tu vida y que puedes decidir por ti mismo para hacer lo que quieras con ella. Entonces puede pasar que empieza la desescalada. No quieres tener un alto cargo, ni responsabilidad ni stress. Eso es mejor dejarlo para quien lo quiera y por supuesto es muy respetable.
Quizás lo que estamos aprendiendo con La Gran Renuncia es que tenemos el poder legítimo para tomar decisiones en nuestra vida porque lo importante eres tú y no el trabajo que haces. Tú no eres tú trabajo.