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Made in Italy como caso de estudio
Hacia 1948 la industria de posguerra en Italia se mantenía rígida y poco diversificada. Caracterizada por falta de estructura productiva, demanda interna escasa y sistema de distribución ineficiente.
La moda boutique italiana sobrevivía a toda costa aunque era inalcanzable para el bolsillo empobrecido de las italianas. La pequeña industria sólo tenía en vista exportar y Norteamérica era su mercado objetivo.
El Made in Italy fue una construcción de marca surgida en su propio contexto de origen: el estilo de vida italiano reflejado en diseños con su carácter. La personalidad de Italia y su colectivo como país de identidad vivaz, fantasiosa y exuberante.
El sector industrial textil funcionó como laboratorio de integración vertical, produciendo desde el hilado a las prendas y colaborando con la distribución.
En 1951 Giovanni Giorginihttps organiza un desfile en el Palazzo Pitti de Florencia. Este comprador experto en grandes almacenes neoyorkinos, presenta la nueva moda italiana. Una moda boutique que combina calidad, exclusividad y pequeña producción en serie. Pret-a- porter firmado, de estilo intermedio entre la moda parisina y americana, de precios moderados.
El Made in Italy fue un proceso integrador del motor creativo de la alta costura y la industria puesta a su servicio. El aporte del nuevo modelo de consumo americano hizo posible ajustar todos los engranajes, generando las condiciones necesarias para el éxito.
Los visionarios del hecho en Italia
Este proceso no hubiese existido sin el arte de mujeres y hombres que hicieron visible la parte manufacturera de la moda italiana. Demostrando que existe un hilo conductor de saberes que se desarrolla a través del tiempo.
Pioneros en la gradual evolución de la producción artesanal a la industrial como Rosa Genoni, que dirigió la sección de sastrería de las escuelas de formación profesional, dominando el arte de la alta costura hacia 1933.
Artistas de la confección como Sorelle Fontana, tres hermanas con atelier en Roma que deslumbraron a actrices de la talla de Ava Gatner.
Sastres devenidos diseñadores como Shuberth y Capucci, expertos que supieron vestir a la nobleza y la aristocracia e hicieron brillar a actrices como Sofía Loren.
Del Made in al Made By: el desafío de la sostenibilidad

Frente al cambio acelerado del modelo de desarrollo que exige el Nuevo Pacto Verde europeo. Existe el desafío de apoyar el modelo industrial para conciliarlo con la sostenibilidad y la descarbonización de la economía europea.
¿Será esta la nueva oportunidad de generar marcas intermedias como camino expresivo de la sociedad española a través de la moda?
Nuevas marcas que regeneren el tejido productivo. Que reconecten las diferentes etapas del sistema de producción. Que permitan abrir la comunicación entre industriales textiles y confeccionistas.
Es necesario que todo el tejido productivo pueda conseguir este propósito común través de la colaboración. Convertirnos en líderes y protagonistas construyendo espacios de éxito. Generar consistencia entre palabras y acciones, ganar confianza.
Hoy la moda sostenible es la vía para vehicular nuevas marcas aunque falta visionar las marcas como empresas, entendiendo que ser ético implica también aceptar y sostener una industria desde el punto de vista empresarial.
El made by Spain
La oportunidad de este desafío consiste en Identificar aquello que hacemos bien.
Nuestro hilo conductor puede ser identificar aquellos productos nacionales bien hechos. Revisar las industrias regionales, diseñar global y producir nacional, vender global y también nacional. Aportar valor a la calidad asumiendo los costes de su origen.
Articular la demanda interna y externa para abrir mercado global a las marcas españolas.
Es el momento de ir más allá de intereses personales y volver a los valores en las empresas para alcanzar el bien común. Dar un propósito al trabajo y ser capaces de medir nuestro impacto en la sociedad. Propiciar un cambio hacia una sociedad post covid que genere oportunidades reales para la gente del propio país.
Acaso ha llegado el momento adecuado de crear una identidad «Made by spanish hands» proyectando al mundo aquello que represente a la fortalezas productivas de España.