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Todos sabemos que tomar decisiones nunca es fácil. Generalmente por desconocimiento sobre el tema a decidir. Por la inseguridad personal a la hora de tomar la decisión. O por el miedo a las consecuencias derivadas de un posible error en la decisión tomada.
En nuestra vida y, por tanto, también en nuestra actividad profesional, tomamos decisiones constantemente.
Tomar decisiones es necesario para el desarrollo personal y profesional, en todos los sentidos.
Diferentes caminos posibles pero sólo uno es el adecuado

En la opinión de quién escribe este artículo, y desde una visión personal y a la vez profesional, decidir o tomar una determinada decisión, significa:
“Identificar diferentes opciones ante una misma situación, y escoger aquélla que sea la más favorable, en función del resultado esperado”
Ello implica que, antes de decidir, es necesario disponer de la información y de la valoración de la determinada situación ante la que toca tomar una decisión, así como de la capacidad de identificar las diferentes alternativas posibles a esta situación, y de sus correspondientes consecuencias.
Sin información (datos fiables), es difícil tomar una decisión acertada
De lo anterior, podemos concluir que decidir no es un acto “aleatorio”, sino todo lo contrario, debe ser un acto totalmente “pensado y valorado”.
En consecuencia, es muy importante disponer de la formación e información adecuadas, en relación a los diferentes factores que intervienen en la decisión.
Es conveniente conocer bien:
- Producto o servicio sobre el que se decide
- Mercado al que va destinado
- Cliente al que va destinado
- Probabilidad de error en la decisión
- Consecuencias de una decisión errónea
- Coste de la decisión
Una determinada decisión sólo podrá ser acertada o no acertada (una vez tomada y valoradas sus consecuencias), ya que no existe término medio en este sentido.
Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que a la hora de tomar una decisión no sólo interviene un único factor o variable, sino que suelen intervenir muchos, es el momento de introducir el concepto de criterio.
En el mundo de la empresa, y en mi opinión:
“criterio es el resultado de la identificación y valoración de las diferentes circunstancias que intervienen en una determinada situación, con objeto de escoger la decisión más favorable, en función del resultado esperado”
La decisión adoptada es consecuencia directa del criterio aplicado
La definición de criterio parece la misma definición que la de decisión, pero no lo es.
Criterio es toda aquella actividad previa a la decisión, en la que se valoran y ponderan diferentes opciones que intervienen en la decisión final.
Decisión, es el acto de escoger una opción, entre todas las posibles.
Parece evidente que:
“para tomar una decisión con garantía de éxito, ésta debe estar basada en la aplicación de un criterio adecuado”
Cuanto más “arriesgada” sea la decisión a tomar (mayor probabilidad de error), más importante es tener en cuenta el concepto de criterio.
La pregunta que nos podemos hacer, y que se deben hacer los directivos y mandos intermedios de las empresas, es si sus empleados (yo les llamo colaboradores), tienen el criterio adecuado y suficiente, para poder tomar decisiones acertadas en su puesto de trabajo. Por supuesto, lo anterior es válido también para estos mismos directivos y mandos intermedios.
El criterio, no sólo se adquiere con la formación teórica y experiencia práctica en el producto, servicio o proceso concreto, sino también en las experiencias propias y ajenas de diferentes situaciones previamente planteadas, de su decisión correspondiente, y de su resultado final.
No siempre lo que está “objetivamente mal” puede ser un producto o servicio no conforme, que nos obligue a un determinado reproceso o eliminación de la cadena de producción.
Puede haber un segmento de mercado, un uso concreto o un cliente determinado, que no sean sensibles a este “objetivamente mal”.
Aquí es muy importante aplicar adecuadamente el criterio, con objeto de disminuir costes, impactos medioambientales y aumentar la rentabilidad y competitividad de la empresa en cuestión.
Apreciado lector, al final de esta lectura te invito a reflexionar:
¿Dispones de la suficiente información, antes de tomar una decisión?
(Debes recopilarla antes de decidir)
¿Cuentas con tu equipo a la hora de decidir?
(No olvides a tus colaboradores, ya que también están afectados por la cuestión objeto de decisión)
¿Valoras previamente las diferentes opciones de decisión, en función del resultado que esperas obtener?
(Formación, información, experiencia, capacidad de trabajo en equipo y de análisis……)
¿Sientes miedo a la hora de tomar decisiones?
El miedo paraliza tu mente, siéntete seguro…….Un error, es una gran oportunidad para mejorar, no lo olvides)
Nunca dejes de aplicar el CRITERIO adecuado, antes de tomar cualquier DECISIÓN.
No dejes de consultar el articulo anterior referente a este tema.